Mientras continúa la cuarentena impuesta por el Gobierno Nacional desde el pasado 20 de marzo, empezó a operar nuevamente el único servicio comercial de pasajeros sobreviviente de la Provincia de Entre Ríos, en su tramo tradicional entre la estación Paraná y el apeadero Colonia Avellaneda, operado por Trenes Argentinos Operaciones. Con un acto presidido por el Ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, el gobernador de la Provincia de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, se aprovechó la oportunidad para explicar lo que venía siendo un rumor hasta hace poco: la extensión del servicio para llegar (en principio) a La Picada, distante a unos pocos kilómetros de Colonia Avellaneda.
No obstante, la reapertura del servicio no es del todo feliz: debido al peligro latente de la pandemia, solo tendrá dos servicios diarios en vez de los seis habituales, rigurosamente controlados para garantizar que se cumplan las actuales normas protocolares en cuanto a higiene y salubridad. Solo podrá ser utilizado por trabajadores considerados "esenciales", presentando los permisos de circulación actuales, y no se admitirán pasajeros que viajen de pie en cada servicio. Esto quiere decir que apenas un centenar de pasajeros podrán utilizar el tren cada día mientras dure la cuarentena, y solo de lunes a viernes hábiles, ya que no opera ni fines de semana ni feriados. Esto viene a complicar un panorama de por sí caótico para los paranenses, debido a un paro total que las empresas de colectivos mantienen desde hace seis semanas en demanda de mejores condiciones laborales en esta crisis.
Otro inconveniente a presentar es la prestación misma del servicio: hasta marzo último su recorrido demandaba un total de treinta y ocho minutos de viaje, contando ocho paradas intermedias; el nuevo diagrama de servicio indica un total de doce minutos más de viaje. Sin dudas tendrá consecuencias negativas a corto plazo, en la medida que los pasajeros necesiten utilizarlo. En cuanto a la tarifa, continuará siendo casi gratuita, al valer sólo dos pesos en sentido ida; un precio ridículamente bajo que no ayuda en absoluto al mantenimiento del servicio, ni a su supervivencia. Vale destacar que el boleto de colectivo, al momento en que aún operaban, era diez veces más caro para cubrir la misma distancia.
Cronograma de horarios vigente hasta el 19 de marzo pasado; seis servicios diarios de 38 minutos de recorrido netos.
Nuevos horarios vigentes a partir de hoy: dos servicios diarios totalizando 50 minutos de recorrido. Pandemia o no, es un retroceso en todo sentido.
El tiempo dirá la suerte que correrá este servicio, el cual jamás tuvo buenos momentos en sus ya ocho años de existencia.
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